domingo, 17 de mayo de 2015

Bitácora de un Globero. Cap. 3

DÍA 3: Primera salida en más de un año (todavía le estoy quitando barro a Celeste de la carrera de de San Martín. Si, la de la empalmada). Las sensaciones han sido buenas. Mejor de lo que esperaba. Después de 32 km y casi dos horas de incesante pedaleo por el anillo verde he acabado bastante bien. De hecho he subido la cuesta de silvano mejor que nunca. A pesar de la inactividad y la alergia, el body pump ha salvado los muebles. Además Celeste se ha portado. No ha perdido nada de aire y me ha respondido cuando se lo he pedido. Que maravilla de herramienta. Una maquinaria precisa diseñada para hacer disfrutar a un dominguero y devolverle la sonrisa después de una semana dura de trabajo. Para hacerle sentir una criatura sobrehumana a la que no se le puede poner límites, para la que no existen barrereras. De hecho, él es la locomotora que embiste todo lo que se le ponga por el medio... Me doy una ducha, y me siento en el sofá. Creo que una heineken me aportará los nutrientes básicos de los que mi cuerpo de ha desprendido en tan honorable hazaña. Esta tarde final de la Euroliga y ya esta el domingo echado. Que duro es esto de ser un pincharruedas...

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